Título: Atrapado en el tiempo (Groundhog Day)
Año: 1993
Director: Harold Ramis
Género: Comedia romántica
Reparto: Bill Murray, Andie MacDowell, Chris Elliott, Harold Ramis
Phil Connors, el amargado hombre del tiempo, es enviado a Punxsutawney (Pensilvania) por cuarta vez consecutiva, junto a sus compañeros Rita y Larry, para cubrir un célebre evento local: el Día de la Marmota. Su intención es volver de inmediato a casa tras la grabación, pero una tormenta de nieve se desata y debe volver a pasar la noche en el pueblo. Para su sorpresa, al día siguiente vuelve a ser el Día de la Marmota, y al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Mientras dura el bucle temporal, Phil es la única persona consciente y con la capacidad de recordar las anteriores vivencias del mismo día.
Vuelvo a ver esta película y la nostalgia es poderosa. Es imposible ser objetivo y, a riesgo de ser injusto, hago la siguiente reflexión: ¿son los mayores bodrios cinematográficos de los 90 infinitamente más aceptables que la basura comercial que inunda las salas de cine en el presente? Hasta la patética Un padre en apuros, comedia navideña con Schwarzenegger como protagonista, tiene más chicha que cualquier película de superhéroes actual (cine, por cierto, con el que nos tienen intoxicados). Es difícil, de hecho, encontrar una película que se asemeje en contenido a Un padre en apuros, porque todas las producciones navideñas que veo en la lista de películas del 2013 son de animación por computadora.
Volviendo al año 1993, con Atrapado en el tiempo: para mí se
hace una tortura ver la película con una mirada crítica. Esta película fue la Sagrada Biblia de mi infancia junto a Los cazafantasmas, Regreso al futuro,
Cariño, he encogido a los niños e incluso Loca Academia de policía, entre otras (anotad esos nombres, niños). Debo reconocer que incluso llegué a enamorarme en
secreto de Andie MacDowell, que , por cierto, sigue haciendo anuncios de cosméticos. La película comienza con una musiquilla que parece judía,
sacada de la fiesta de celebración de un Bar Mitzvah, quizás la del hijo de
Harold Ramis. Tras la primera secuencia, en la que se nos presenta a los tres
personajes principales, vuelven a aparecer algunos créditos (que, intuyo, han
repartido con inteligencia), pero cambia el rollo musical a un rock desenfadado.
La letra dice así, en inglés: “yo seré tu hombre del tiempo". Esto es sólo el
principio, por lo que pienso que debería dejar de ver la película y quedarme con
mi grato recuerdo pueril. Pero Bill Murray sigue ahí, y el tipo me causa una
atracción difícil de explicar; realmente está ahí para salvar la película e
incluso hace que me siga gustando. Los diálogos no están mal, son bastante
simpáticos y llegan a ser brillantes en algún momento. Bill Murray es
un maestro de la ironía, sospecho que ni siquiera está interpretando un papel.
El bucle temporal está muy bien conseguido también, no veo errores en el
montaje o la decoración. Estoy recordando una película que, por su
planteamiento similar, me recordó a Atrapado en el tiempo: Click, con Adam
Sandler, que parte de una premisa parecida: un tipo amargado y que no valora lo que
tiene hasta que empieza a trastear con un mando que le da DIOS, disfrazado de
Christopher Walken, y rebobina toda su vida hacia adelante.
Phil no tiene la
posibilidad de rebobinar o pausar el tiempo; él está atascado en el mismo
fragmento temporal, su vida ha pasado a ser un disco rayado o un cuento de paradojas temporales de Stanislaw Lem. Sin otra cosa que hacer que explorar,
investigar y, en definitiva, vivir el mismo día una y otra vez, intentará
conquistar a su compañera Rita. Phil actúa cada día hasta que algo falla, y
retiene en la memoria cada fallo, aportando una solución para el día siguiente. Podría ser el desarrollo de un videojuego, de una aventura gráfica. Tras multitud de intentos, la técnica no da resultado porque Rita no es una
mujer que se acueste con un hombre el primer día, y al día siguiente vuelve a
ser el primer día (Phil, mi amigo, estás jodido).
Desilusionado,
Phil experimenta (aquí viene el lado oscuro de la peli) con la muerte. Decide
suicidarse arrojándose en coche por un desfiladero, con la marmota dentro. Al
día siguiente, para bien o para mal, vuelve a ser el Día de la Marmota, por lo que,
aburrido, sigue probando con otras formas de morir. Me pregunto si no se ha
dado cuenta de que la muerte quedará invalidada al día siguiente cuando se mete
en la bañera con una tostadora.
Cansado ya de matarse, decide ayudar a la gente
del pueblo; porque todos sabemos que matarse va primero en la escala de prioridades.
Convertido ya en el Jesucristo de Punxsutawney, es Rita la que se le acerca,
loquísima de amor. Esto me aporta una valiosísima lección: con algunas mujeres lo mejor es matarse primero. Durante algún tiempo dudé si el mensaje final tenía
algo que ver con: "has hecho algo mal en tu vida, no te has acostado aún con tu
compañera de trabajo, la del anuncio de Loreal". Debo confesar
que esta idea me atormentó, pero los 90 eran un mundo muy distinto; un mundo en
el que los hombres que lloran no son hombres o, al menos, no son Bill Murray;
un mundo en el que las mujeres solo aman a los hombres que quieren tener hijos
y aman, a su vez, a sus madres; hablan francés, brindan por la paz mundial y se
quieren casar. Me temo que, de haber sido Bill Murray, me hubiese tumbado en la
cama a disfrutar de mi inmortalidad. Supongo que no hay forma de escapar soltero del
Día de la Marmota.
- Solo, Sra. Lancaster.
Dejando a un
lado las ideas maritales y los estereotipos de siempre, Atrapado en el tiempo es una buena película, una película simpática y divertida. Me quedo con este mensaje:
deja de quejarte y actúa, disfruta de lo que tienes y vive al máximo cada momento.
Además, sale Bill Murray.
Pues me quedo yo también con esa moraleja. Y con la simpatía que despierta en mi esta peli que ha atravesado varias generaciones en su recorrido. De Billy recuerdo también los fantasmas atacan al jefe que es muy del mismo tono que esta con su dosis de ñoña felicidad. Devoremos películas que no pesan pero que tampoco van de nada y que aun así son como espejos de lo que fue y de algunos aspectos que aun soy.
ResponderEliminarLa realidad es tan aburrida y sin embargo parece ser que no nos podemos abstraer de ella. Como un día de la marmota eterno que nos afecta a todos y que pocos ven...