martes, 25 de marzo de 2014

Atrapado en el tiempo (1993)

Título: Atrapado en el tiempo (Groundhog Day)
Año: 1993
Director: Harold Ramis
Género: Comedia romántica
Reparto:  Bill Murray, Andie MacDowell, Chris Elliott, Harold Ramis



Phil Connors, el amargado hombre del tiempo, es enviado a Punxsutawney (Pensilvania) por cuarta vez consecutiva, junto a sus compañeros Rita y Larry, para cubrir un célebre evento local: el Día de la Marmota. Su intención es volver de inmediato a casa tras la grabación, pero una tormenta de nieve se desata y debe volver a pasar la noche en el pueblo. Para su sorpresa, al día siguiente vuelve a ser el Día de la Marmota, y al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente… Mientras dura el bucle temporal, Phil es la única persona consciente y con la capacidad de recordar las anteriores vivencias del mismo día.
Vuelvo a ver esta película y la nostalgia es poderosa. Es imposible ser objetivo y, a riesgo de ser injusto, hago la siguiente reflexión: ¿son los mayores bodrios cinematográficos de los 90 infinitamente más aceptables que la basura comercial que inunda las salas de cine en el presente? Hasta la patética Un padre en apuros, comedia navideña con Schwarzenegger como protagonista, tiene más chicha que cualquier película de superhéroes actual (cine, por cierto, con el que nos tienen intoxicados). Es difícil, de hecho, encontrar una película que se asemeje en contenido a Un padre en apuros, porque todas las producciones navideñas que veo en la lista de películas del 2013 son de animación por computadora.






Volviendo al año 1993, con Atrapado en el tiempo: para mí se hace una tortura ver la película con una mirada crítica. Esta película fue la Sagrada Biblia de mi infancia junto a Los cazafantasmas, Regreso al futuro, Cariño, he encogido a los niños e incluso Loca Academia de policía, entre otras (anotad esos nombres, niños). Debo reconocer que incluso llegué a enamorarme en secreto de Andie MacDowell, que , por cierto, sigue haciendo anuncios de cosméticos. La película comienza con una musiquilla que parece judía, sacada de la fiesta de celebración de un Bar Mitzvah, quizás la del hijo de Harold Ramis. Tras la primera secuencia, en la que se nos presenta a los tres personajes principales, vuelven a aparecer algunos créditos (que, intuyo, han repartido con inteligencia), pero cambia el rollo musical a un rock desenfadado. La letra dice así, en inglés: “yo seré tu hombre del tiempo". Esto es sólo el principio, por lo que pienso que debería dejar de ver la película y quedarme con mi grato recuerdo pueril. Pero Bill Murray sigue ahí, y el tipo me causa una atracción difícil de explicar; realmente está ahí para salvar la película e incluso hace que me siga gustando. Los diálogos no están mal, son bastante simpáticos y llegan a ser brillantes en algún momento. Bill Murray es un maestro de la ironía, sospecho que ni siquiera está interpretando un papel. 




El bucle temporal está muy bien conseguido también, no veo errores en el montaje o la decoración. Estoy recordando una película que, por su planteamiento similar, me recordó a Atrapado en el tiempo: Click, con Adam Sandler, que parte de una premisa parecida: un tipo amargado y que no valora lo que tiene hasta que empieza a trastear con un mando que le da DIOS, disfrazado de Christopher Walken, y rebobina toda su vida hacia adelante. 

Phil no tiene la posibilidad de rebobinar o pausar el tiempo; él está atascado en el mismo fragmento temporal, su vida ha pasado a ser un disco rayado o un cuento de paradojas temporales de Stanislaw Lem.  Sin otra cosa que hacer que explorar, investigar y, en definitiva, vivir el mismo día una y otra vez, intentará conquistar a su compañera Rita. Phil actúa cada día hasta que algo falla, y retiene en la memoria cada fallo, aportando una solución para el día siguiente. Podría ser el desarrollo de un videojuego, de una aventura gráfica. Tras multitud de intentos, la técnica no da resultado porque Rita no es una mujer que se acueste con un hombre el primer día, y al día siguiente vuelve a ser el primer día (Phil, mi amigo, estás jodido). 
Desilusionado, Phil experimenta (aquí viene el lado oscuro de la peli) con la muerte. Decide suicidarse arrojándose en coche por un desfiladero, con la marmota dentro. Al día siguiente, para bien o para mal, vuelve a ser el Día de la Marmota, por lo que, aburrido, sigue probando con otras formas de morir. Me pregunto si no se ha dado cuenta de que la muerte quedará invalidada al día siguiente cuando se mete en la bañera con una tostadora. 




Cansado ya de matarse, decide ayudar a la gente del pueblo; porque todos sabemos que matarse va primero en la escala de prioridades. Convertido ya en el Jesucristo de Punxsutawney, es Rita la que se le acerca, loquísima de amor. Esto me aporta una valiosísima lección: con algunas mujeres lo mejor es matarse primero. Durante algún tiempo dudé si el mensaje final tenía algo que ver con: "has hecho algo mal en tu vida, no te has acostado aún con tu compañera de trabajo, la del anuncio de Loreal". Debo confesar que esta idea me atormentó, pero los 90 eran un mundo muy distinto; un mundo en el que los hombres que lloran no son hombres o, al menos, no son Bill Murray; un mundo en el que las mujeres solo aman a los hombres que quieren tener hijos y aman, a su vez, a sus madres; hablan francés, brindan por la paz mundial y se quieren casar. Me temo que, de haber sido Bill Murray, me hubiese tumbado en la cama a disfrutar de mi inmortalidad. Supongo que no hay forma de escapar soltero del Día de la Marmota.



¿Ha dormido bien, Sr. Connors?
- Solo, Sra. Lancaster.


Dejando a un lado las ideas maritales y los estereotipos de siempre, Atrapado en el tiempo es una buena película, una película simpática y divertida. Me quedo con este mensaje: deja de quejarte y actúa, disfruta de lo que tienes y vive al máximo cada momento. Además, sale Bill Murray.

1 comentario:

  1. Pues me quedo yo también con esa moraleja. Y con la simpatía que despierta en mi esta peli que ha atravesado varias generaciones en su recorrido. De Billy recuerdo también los fantasmas atacan al jefe que es muy del mismo tono que esta con su dosis de ñoña felicidad. Devoremos películas que no pesan pero que tampoco van de nada y que aun así son como espejos de lo que fue y de algunos aspectos que aun soy.

    La realidad es tan aburrida y sin embargo parece ser que no nos podemos abstraer de ella. Como un día de la marmota eterno que nos afecta a todos y que pocos ven...

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